09 octubre 2008

Nicolás Casullo (1944 - 2008)


"Un tiempo como el presente, obsesionado por su utópica capacidad de informarlo todo y al instante, termina reponiendo un gesto bíblico originario: contar, previo a todo, de qué se trata el mundo. En qué consiste el inefable Plan de Dios para su criatura. En nuestro caso: saber semanalmente qué aspecto tiene la década ideológica del proyecto divino. Desde este punto de vista, saber que vivimos en «el desencanto de las ideas de cambio», en «el ocaso de cosmovisiones fundadoras del sistema y de utopías milenarias», instancias arrasadas por una cultura massmediática fragmentadora, por el show y el simulacro, por “una política que se construye en la TV” son hiperdatos que importan menos por su certeza o falsedad que por la tranquilidad y el descompromiso que brinda el sabernos, de antemano, historizados, archivados, descubiertos: llevados a una suerte de prematuro discurso epocal.
«Se extinguieron los metarrelatos», «vivimos en el tiempo de las discontinuidades y pluralidades»: la permanente construcción periodística-académica de nuestra campana de época, es una estética mediática sobre «el alma de la historia». Es un servicio informativo sobre el «misterio» de los Inmortales, que nos regresa a las Escrituras reveladoras, a la Providencia, pero entrevistada en suplemento cultural: el gran relato sobre la muerte de los grandes relatos.
Semejante a lo massmediático, que nos ahorra el preguntarnos si por detrás persiste todavía lo real, también la oferta cultural de exponer en las vidrieras el espíritu de la época, que cada tanto tenemos diseñado, nos ahorra pensar si la historia tiene aún memorias irreductibles a los olvidos, fracturas imprevistas o algunos mesianismos no catalogados. En todo caso, ser invitados a entrar a un espíritu de época como al estudiado hall de un hotel cinco estrellas, sabernos ya envidiablemente almacenados para investigaciones futuras sobre los mesurados paradigmas que tuvimos, nos evita el «anacronismo» de relacionar la época con el problema de la conciencia de sus agentes sociales: de discutir la índole de las historias que suceden, en relación a los proyectos sobre cuál historia se quiere".
Nicolás Casullo
"Los cielos de la historia"