09 mayo 2011

El monstruo

“Una última diferencia con las teorías del sujeto / trabajo concierne el proceso de constitución de la subjetividad. En la neomonadología, el modelo de subjetivación es el monstruo. El proceso constitutivo cosmológico no puede implicar sino producciones de subjetividad dis-humanas.

El individuo no es sólo el resultado del encuentro y del cruce de corrientes diferentes en el interior de redes que constituyen el cerebro colectivo. También es el producto de un proceso de reflexión sobre sí de las fuerzas psicológicas. En el punto de encuentro de las relaciones intercerebrales surge un ritornelo, una acción de subjetivación, que imprime su propia marca diferencial a una nueva combinación de las fuerzas. El proceso de subjetivación se constituye en el interior de esta red cerebral y puede ser asimilado a un pliegue, a una retención, a un enrollamiento de los flujos sobre sí mismos.

El ritornelo no es la coronación de la obra de la naturaleza en la forma consumada del sujeto o de la comunidad, sino el lugar mismo de una subjetivación imposible. El proceso de subjetivación siempre es una jerarquización momentánea, una clausura provisoria de una multiplicidad de fuerzas, que supone a la vez la organización de una cooperación y el mando de esa cooperación. El individuo (célula, ser humano o sociedad) se constituye en la distancia entre la acción del principio coordinador y la voluntad de apropiación del mundo, es decir, como movimiento continuo para superar esta coordinación.

De este modo, todo individuo no es sino un equilibrio móvil atravesado por series de variaciones que se combaten entre sí y se mantienen a favor mismo de esta lucha. Subyacentes a los equilibrios móviles, actúan fuerzas momentáneamente sometidas, pero virtualmente libres. Tarde forja así una concepción muy dis-humana del proceso de subjetivación. El tipo —o el individuo— no es sino una estabilización, una clausura momentánea del infinito de monstruosidad que cada fuerza oculta en sí en sus relaciones con las demás fuerzas. La monstruosidad definida de este modo no es la excepción al tipo, sino su propia naturaleza. El modelo de subjetivación es el monstruo”.

Maurizio Lazzarato
Por una política menor"