"Ella estudia latín esta mañana,
dos milenios después de Jesucristo,
susurra algunos versos
mueve apenas los labios, memoriza
despacio, íntimamente.
No mira a su vecino prosaico, al estudiante,
su fiel contemporáneo.
Detrás de sus pestañas, pretérita, perfecta,
traslúcida en el ruido
de la ciudad, recita
fragmentos de la Eneida.
El poeta, temprano, antes de Cristo,
pasea por la luz de su Campania
la luz meridional entre pastores,
ovejas, olivares,
recorre la mañana, las palabras,
con ritmo de pentámetro latino,
sereno, con un soplo que suave cruza el tiempo,
murmura su poema, su paisaje.
De pronto se detiene,
corrige un solo verso,
despacio, íntimamente lo recita,
mueve apenas los labios y un instante
coinciden las dos bocas.
Ella estudia latín pero en secreto
se besa con Virgilio esta mañana".
Pedro Mairal
"Consumidor Final"