19 mayo 2011

Laura Nyro



"There'll be trains of blossoms, there'll be trains of music, there'll be trains of trust, trains of gold and dust, sweet trains of thought, can you surry?, Surry down to a stoned soul picnic, surry down to a "stone soul picnic"

14 mayo 2011

"La dialectique"



"A mediados de los años treinta, mientras trabajaba en el libro sobre París y, después, en el de Baudelaire, Benjamin elabora el concepto de "imagen dialéctica" (dialektisches Bild), que estaba llamado a constituir el fulcro de su teoría del conocimiento histórico. Quizá en ningún otro de sus textos se aproxima tanto a dar una definición de ella como en un fragmento (N 3,1 del libro sobre los Pasajes de París). Distingue aquí las imágenes dialécticas de las esencias de la fenomenología husserliana. Mientras que éstas son conocidas con independencia de cualquier dato fáctico, las imágenes dialécticas son definidas por su índice o marca históricos que las remite a la actualidad. Y mientras que para Husserl la intencionalidad sigue siendo el presupuesto de la fenomenología, en la imagen dialéctica la verdad se presenta históricamente como "muerte de la intentio". Y esto significa que el pensamiento de Benjamin asigna a las imágenes una dignidad comparable con los eide de la fenomenología y con las ideas de Platón: la filosofía se ocupa del reconocimiento y la construcción de tales imágenes. La teoría benjaminiana no contempla ni esencias ni objetos, sino imágenes. Pero lo decisivo en Benjamin es que estas imágenes se definen a través de un movimiento dialéctico que es captado en el acto de su suspensión (Stillstand): "No es que el pasado arroje su luz sobre el presente o el presente su luz sobre el pasado, sino que la imagen es aquello en que lo que ha sido se une de modo fulmíneo con el ahora (Jetz) en una constelación. En otras palabras: la imagen es dialéctica en situación de suspensión (Stillstand no indica simplemente una detención, sino un umbral entre la inmovilidad y el movimiento)". En otro fragmento, Benjamin cita una pasaje de Focillon en que el estilo clásico se define como un "breve instante de plena posesión de la forma... como una felicidad rápida, como la akmé de los griegos, el astil de la balanza sólo oscila levemente. No espero verla inclinarse de nuevo súbitamente, y todavía menos el momento de fijeza absoluta, sino el milagro de esta movilidad titubeante, el temblor ligero imperceptible que me indica que está viva". Como en el "danzar por fantasmata" de Domenico de Piacenza, la vida de las imágenes no consiste en la simple inmovilidad ni en la sucesiva recuperación del movimiento, sino en una pausa cargada de tensiones entre ambas. "Cuando el pensamiento se detiene de repente en una constelación saturada de tensiones", se lee en la tesis XVII sobre la filosofía de la historia, "provoca en ésta una sacudida en virtud de la cual se cristaliza en mónada".
...
"En la historia de la filosofía, esta "dialéctica en estado de detención" tiene un arquetipo ilustre. Éste se encuentra en el pasaje de los Segundos analíticos, donde Aristóteles compara la repentina parada del pensamiento en que se produce lo universal, a un ejército en fuga en el que de golpe un soldado se detiene y otr después de él y así sucesivamente, hasta que reconstituye la unidad inicial. Aquí lo universal no se alcanza por medio de un procedimiento inductivo, sino que se produce analógicamente en lo particular en virtud de su parada. La multiplicidad de los soldados (es decir, de los pensamientos y de las percepciones) en fuga desordenada es percibida de improviso como unidad, al igual que Benjamin -sirviéndose de una imagen de Mallarmé, que, en el Coup de dés, había elevado la página escrita a la potencia del cielo estrellado y, a la vez, a la tensión gráfica de la réclame- hablaba de la brusca inmovilización del pensamiento en una constelación. Esta constelación es, según Benjamin, dialéctica e intensiva, es decir, capaz de relacionar un instante del pasado con el presente.
Hay un grabado de Focillon de 1937, en el que el gran historiador del arte (que había heredado de su padre la pasión por las estampas) parece haber querido fijar en una imagen esta agitación suspendida del pensamiento. Representa a un acróbata que oscila colgado en su trapecio sobre la pista iluminada de un circo. En la parte inferior, a la derecha, la mano del autor escribió el título: la dialectique."

Giorgio Agamben
"Ninfas"

Who will cut our hair when we're gone?

"- I wrote you a letter to become a member of your fanclub
But all i got in the mail was return to sender
- I'm still a big big star
- No you're not
- Yes I am
- No you're not
- Yes I am
- No you're not."



Un disco fabuloso.

09 mayo 2011

El monstruo

“Una última diferencia con las teorías del sujeto / trabajo concierne el proceso de constitución de la subjetividad. En la neomonadología, el modelo de subjetivación es el monstruo. El proceso constitutivo cosmológico no puede implicar sino producciones de subjetividad dis-humanas.

El individuo no es sólo el resultado del encuentro y del cruce de corrientes diferentes en el interior de redes que constituyen el cerebro colectivo. También es el producto de un proceso de reflexión sobre sí de las fuerzas psicológicas. En el punto de encuentro de las relaciones intercerebrales surge un ritornelo, una acción de subjetivación, que imprime su propia marca diferencial a una nueva combinación de las fuerzas. El proceso de subjetivación se constituye en el interior de esta red cerebral y puede ser asimilado a un pliegue, a una retención, a un enrollamiento de los flujos sobre sí mismos.

El ritornelo no es la coronación de la obra de la naturaleza en la forma consumada del sujeto o de la comunidad, sino el lugar mismo de una subjetivación imposible. El proceso de subjetivación siempre es una jerarquización momentánea, una clausura provisoria de una multiplicidad de fuerzas, que supone a la vez la organización de una cooperación y el mando de esa cooperación. El individuo (célula, ser humano o sociedad) se constituye en la distancia entre la acción del principio coordinador y la voluntad de apropiación del mundo, es decir, como movimiento continuo para superar esta coordinación.

De este modo, todo individuo no es sino un equilibrio móvil atravesado por series de variaciones que se combaten entre sí y se mantienen a favor mismo de esta lucha. Subyacentes a los equilibrios móviles, actúan fuerzas momentáneamente sometidas, pero virtualmente libres. Tarde forja así una concepción muy dis-humana del proceso de subjetivación. El tipo —o el individuo— no es sino una estabilización, una clausura momentánea del infinito de monstruosidad que cada fuerza oculta en sí en sus relaciones con las demás fuerzas. La monstruosidad definida de este modo no es la excepción al tipo, sino su propia naturaleza. El modelo de subjetivación es el monstruo”.

Maurizio Lazzarato
Por una política menor"