"Ella estudia latín esta mañana,
dos milenios después de Jesucristo,
susurra algunos versos
mueve apenas los labios, memoriza
despacio, íntimamente.
No mira a su vecino prosaico, al estudiante,
su fiel contemporáneo.
Detrás de sus pestañas, pretérita, perfecta,
traslúcida en el ruido
de la ciudad, recita
fragmentos de la Eneida.
El poeta, temprano, antes de Cristo,
pasea por la luz de su Campania
la luz meridional entre pastores,
ovejas, olivares,
recorre la mañana, las palabras,
con ritmo de pentámetro latino,
sereno, con un soplo que suave cruza el tiempo,
murmura su poema, su paisaje.
De pronto se detiene,
corrige un solo verso,
despacio, íntimamente lo recita,
mueve apenas los labios y un instante
coinciden las dos bocas.
Ella estudia latín pero en secreto
se besa con Virgilio esta mañana".
Pedro Mairal
"Consumidor Final"
"Ya se han interpretado bastante las pasiones: se trata de encontrar otras nuevas"
30 marzo 2010
21 marzo 2010
Ulisa
"El amor conyugal deviene rapidamente rutina. Sin necesidad de explicitarlas se fijan sus frecuencias y sus modos. No hay nada de malo en eso. Siendo como es funciona como una fuente de afecto, orden y energía en nuestas vidas. El peor error respecto del amor conyugal consiste en pedirle que sea lo que no es: un vehículo de nuestros fantasmas sexuales. Querer encarnar en ése personaje diáfano, eje de nuestra cotidianeidad, nuestras pulsiones oscuras sólo lleva a una dicotomía insoportable en cuya crisis final tendremos que decidir -imposible e innecesariamente- entre prescindir de nuestro soporte afectivo o de nuestros deseos secretos. De lo dicho se deduce, claro está, que la infidelidad, de pensamiento o de hecho, está en la naturaleza misma del vínculo conyugal -extremo, por supuesto, que no necesita ser objeto de explicaciones con el cónyuge. Debemos asumir, sin demostración alguna, que cualquier persona sensata tiene claro el asunto. Todo es cuestión, entonces, de moderación y discreción. Y el que no sea capaz de moderación y discreción, el que no sepa frenar sus tendencias al exceso, mejor hará en prescindir de los beneficios del vínculo conyugal. De más está decir que, no teniendo un pelo de machista, entiendo que la infidelidad es inevitable para ambos conyuges. En lo que concierne a mi matrimonio debo decir que mi impresión es la de que mi mujercita ni roza con el pensamiento este tipo de cuestiones de metafísica conyugal"
Ercole Lissardi
"Ulisa".
Ercole Lissardi
"Ulisa".
De "Elogio de la profanacion"
"El capitalismo como religión es el título de uno de los más penetrantes fragmentos póstumos de Benjamin. Según Benjamin, el capitalismo no representa sólo, como en Weber, una secularización de la fe protestante, sino que es él mismo esencialmente un fenómeno religioso, que se desarrolla en modo parasitario a partir del cristianismo. Como tal, como religión de la modernidad, está definido por tres características: 1) Es una religión cultual, quizá la más extrema y absoluta que haya jamás existido. Todo en ella tiene significado sólo en referencia al cumplimiento de un culto, no respecto de un dogma o de una idea. 2) Este culto es permanente, es "la celebración de un culto sans treve et sans meret”. Los días de fiesta y de vacaciones no interrumpen el culto, sino que lo integran. 3) El culto capitalista no está dirigido a la redención ni a la expiación de una culpa, sino a la culpa misma. "El capitalismo es quizás el único caso de un culto no expiatorio, sino culpabilizante... Una monstruosa conciencia culpable que no conoce
redención se transforma en culto, no para expiar en él su culpa, sino para volverla universal... y para capturar finalmente al propio Dios en la culpa... Dios no ha muerto, sino que ha sido incorporado en el destino del hombre."
"Precisamente porque tiende con todas sus fuerzas no a la redención, sino a la culpa; no a la esperanza, sino a la desesperación, el capitalismo como religión no mira a la transformación del mundo, sino a su destrucción. Y su dominio es en nuestro tiempo de tal modo total, que aun los tres grandes profetas de la modernidad (Nietzsche, Marx y Freud) conspiran, según Benjamin, con él; son solidarios, de alguna manera, con la religión de la desesperación. "Este pasaje del planeta hombre a través de la casa de la desesperación en la absoluta soledad de su recorrido es el éthos que define Nietzsche. Este hombre es el Superhombre, esto es, el primer hombre que comienza conscientemente a realizar la religión capitalista". Pero también la teoría freudiana pertenece al sacerdocio del culto capitalista: "Lo reprimido, la representación pecaminosa... es el capital, sobre el cual el infierno del inconsciente paga los intereses". Y en Marx, el capitalismo "con los intereses simples y compuestos, que son función de la culpa... se transforma inmediatamente en socialismo".
Giorgio Agamben
"Profanaciones"
redención se transforma en culto, no para expiar en él su culpa, sino para volverla universal... y para capturar finalmente al propio Dios en la culpa... Dios no ha muerto, sino que ha sido incorporado en el destino del hombre."
"Precisamente porque tiende con todas sus fuerzas no a la redención, sino a la culpa; no a la esperanza, sino a la desesperación, el capitalismo como religión no mira a la transformación del mundo, sino a su destrucción. Y su dominio es en nuestro tiempo de tal modo total, que aun los tres grandes profetas de la modernidad (Nietzsche, Marx y Freud) conspiran, según Benjamin, con él; son solidarios, de alguna manera, con la religión de la desesperación. "Este pasaje del planeta hombre a través de la casa de la desesperación en la absoluta soledad de su recorrido es el éthos que define Nietzsche. Este hombre es el Superhombre, esto es, el primer hombre que comienza conscientemente a realizar la religión capitalista". Pero también la teoría freudiana pertenece al sacerdocio del culto capitalista: "Lo reprimido, la representación pecaminosa... es el capital, sobre el cual el infierno del inconsciente paga los intereses". Y en Marx, el capitalismo "con los intereses simples y compuestos, que son función de la culpa... se transforma inmediatamente en socialismo".
Giorgio Agamben
"Profanaciones"
Reunión en Guayaquil
El sábado...
"El sábado, el médico me dijo que dejase de fumar y de beber, y así lo hice. Pasaré por alto el consabido síndrome de abstinencia, pero me gustaría señalar que aquella noche, mientras miraba por la ventana los brillos del crepúsculo y los progresos de la oscuridad, percibí —falto de tan humildes estimulantes— la fuerza de un recuerdo primitivo en el que la llegada de la noche, con su luna y estrellas, era apocalíptica. Pensé de pronto en las tumbas olvidadas de mis tres hermanos en la ladera de la montaña y en que la muerte es una soledad más cruel que cualquier otra que se conozca en la vida. El alma —pensé— no abandona el cuerpo, sino que permanece con él para sufrir las degradantes fases de descomposición y abandono, el calor, el frío y las largas noches de invierno en que nadie lleva una corona o una planta ni reza una oración".
John Cheever
"La muerte de Justina", Relatos II.
John Cheever
"La muerte de Justina", Relatos II.
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